Servir atentamente a nuestros clientes es nuestro compromiso, por ello, después de 15 décadas de exitosa historia reafirmamos con orgullo que el Hotel Suites Kino es “Su casa en Hermosillo”.

                                               Hotel Kino, un hotel Centenario 

Les doy la bienvenida a vuestras mercedes para que conozcan parte de mi larga historia. Con merecido orgullo lo digo en voz alta: Soy el hotel más antiguo en el noroeste de la república mexicana. Divisé la primera luz en las faldas del Cerro de la Campana en Hermosillo, Sonora en el año de 1863.

 

Es menester recordar que el 19 de noviembre de 1862 el Sr. Manuel Íñigo le vendió el terreno donde hoy me encuentro al Sr. Carlos E. Hale, quien por aquellos años era el Cónsul de la Unión Americana en Sonora.

 

En diciembre de ese mismo año el Ayuntamiento de Hermosillo le dio al Sr. Hale, una licencia para construir una hospedería que se llamó primero El Mesón y posteriormente El Siglo XIX. Debo señalar que en mis años mozos era un modesto edificio de dos pisos con solamente seis habitaciones de adobe.

 

La propiedad en la que me asiento tuvo varios dueños en muy corto tiempo: fue así como pasaron frente a mis ojos el Sr. Napoleón Graff y el Sr. Bernardo H. Lacarra, quien aún no calentaba el sillón como dueño cuando me vendió el 12 de diciembre de 1891 al Sr. Antonio García. Mi estimado Don Antonio me rentó con el Sr. Marcos Mark Cohen para que me administrara, con el apoyo en la operación de su gentil esposa doña Herlinda de Mark. Durante la década de 1890 llevé el nombre de Gran Hotel. En el año de 1907 se inició la construcción del edificio que hoy ocupa en el corazón de la capital sonorense. Me inauguraron en 1909 con toda “pompa y circunstancia”, bautizándome con el nombre de Hotel Cohen. 

 

Se iniciaba un nuevo siglo y yo arribaba a él con el optimismo del que avizora un futuro promisorio.

 

La arquitectura de mi fachada me gusta, me parece que tiene la sobriedad de la elegancia: Con la ornamentación de pilastras adosadas y enmarques en las ventanas. En la esquina que está “redondeada”, la remata en lo alto un copete ornado. El estilo de mi fachada según me han comentado, se enmarca dentro del estilo neoclásico, corriente arquitectónica muy en boga en los años en los que me construyeron.

 

Me tocó ser testigo de los vaivenes de la política en los albores del siglo XX. 

 

En el país se respiraban aires de conflicto, en el que mi querido Hermosillo no era la excepción.

 

En enero de 1910, fui notificado por parte de la autoridad para negar el alojamiento al Sr. Francisco I. Madero y su comitiva, que entonces hacía campaña para la presidencia de México. Tres años después, el entonces joven coronel Alvaro Obregón Salido llevó a cabo algunas reuniones en el salón de mi segundo piso. Mire usted, si de algo estoy orgulloso, es por saber que dentro de mis muros se diseñaron estrategias militares para derrocar al gobierno espurio de Victoriano Huerta.

Los años transcurrieron, la ciudad crecía y yo con ella, es así como llegué a los “fabulosos veintes “; en el venturoso año de 1922 me adquirió la Sra. Elvira García, conocida por todos en Hermosillo como “Elvirita”, aunque el hotel fue manejado por el Sr. Cohen hasta 1930. Corría 1938, cuando Elvirita me vendió a su hija la Sra. Elvira Noriega, quien tuvo el buen tino de ponerme el nombre de Hotel Kino, que hoy, mire usted, ¡porto con orgullo!

 

Fue a mitad de los años sesenta que llegó a administrarme el Ing. Armando Benard Noriega, el hijo mayor de Elvira Noriega. Aquí todos lo conocemos como el “Güero” Benard, quien con su talento y entrega fue él quien me llevó a lo que hoy represento. 

 

Los años corrieron veloces y hoy la nueva generación ha tomado la estafeta de sus antepasados respetando íntegramente mi esencia histórica.

 

Mi lema es a la vez nuestro compromiso: 

 

”Hotel Suites Kino, su casa en Hermosillo.”

 

Aquí los espero, por lo pronto, reciban ustedes mis más finas atenciones.

  • Hotel Suites Kino.